¿Por qué he creado Avademia?
¿Y por qué, tal vez, debería interesarte?
—He apuntado a mi hija a una academia. Se le dan fatal las matemáticas —me comentó hace tres años un amigo en una cena.
Ella tenía 12 años. Era creativa. Muy curiosa. E inquieta.
Pero no comprendía el alma de las matemáticas. Solo las practicaba como un autómata. Con el único fin de pasar el mal trago y aprobar los exámenes.
¿Te suena, verdad? Pues de eso va mi proyecto.
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Pero antes de hablar más de él, quería contarte algunas cosas que quizás no sepas.
Lo que le pasaba a mi amigo y a su hija con las matemáticas le pasa a más de la mitad de los estudiantes. Pero no te confundas. No es porque sean menos listos. Ni porque su cerebro no tenga la capacidad apropiada. De hecho, otras asignaturas las sacan adelante sin mayores problemas.
Y que esto suceda es un verdadero problema. Porque en la ESO, al tener que decidir el camino educativo a seguir, la aversión a las mates tiene un elevado peso específico. Hasta el punto que muchos de ellos eligen las líneas que menos mates tengan. Y con esa decisión pierde él como estudiante al cerrarse toda una gama de salidas profesionales muy demandadas actualmente. Y pierde la sociedad todo ese talento. Aproximadamente un 60% de potencial técnico. Y no se pierde en cualquier sitio, sino en el área técnica que es donde juega la economía global.
Este año, según me contó mi amigo, solo dos personas de la clase de su hija seleccionaron la rama técnica, y solo seis de todo su curso. Seis de noventa.
En ese momento pensé “Esto parece una plaga. ¿Es posible que nadie esté resolviendo este problema de verdad?”. Estuve buscando herramientas y soluciones, pero no encontré nada que realmente abordara el problema en su origen. Encontré mucho de ayudas para aprobar la asignatura y para practicarla mediante ejercicios y problemas.
Pero no encontré nada para ayudar a estos estudiantes a comprender las matemáticas, a disfrutarlas, y a que realmente no fueran una cosa aborrecible que les marcara su futuro.
Y me pregunté: “¿Qué puedo hacer yo?”.
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Pero no fue hasta un tiempo después que pude responderme.
Una noche, leyendo la novela El Alquimista de Brandon Sanderson, lo vi claro. En ella, unas personas tienen el poder de dar vida a cosas que dibujan con una tiza. Y dependiendo de lo que dibujaran, su distribución, geometría y cantidad, le dotaban de unas características u otras.
Ese despertar de algo a partir de un dibujo sembró la idea.
¿Y si las matemáticas estuvieran ahí y emergieran al ser descubiertas como los seres una vez dibujados?
No ejercicios prácticos disfrazados de juegos. No gamificación de premios por conseguir doscientos puntos que solo fomentan la motivación extrínseca cuyos días de ilusión están contados (como las medallas de las pulseras de ejercicios: ¿quién corre porque tu reloj te de una medalla?).
Sí un mundo que funcione a partir de las matemáticas. Donde descubrirlas sea la única forma de progresar.
Así nació Avademia. Al menos, el concepto.
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Tenía claro que tenía que ser un videojuego por muchas cosas. Entre otras porque eso es en sí mismo un atractivo para todas las edades. Pero no un videojuego educativo, sino un videojuego con propósito de desarrollo personal. Donde el descubrimiento de las mates fuera el objetivo. Y, por extensión, comprenderlas.
Los mapas se generan basados en proporciones áureas y series de Fibonacci. Los jugadores deben observar, descubrir y comprender esa estructura del mundo. Las geometrías definen qué es robusto y qué colapsa. No se trata de calcular un volumen o una superficie, se trata de conseguir que una construcción sea estable. Y si no lo es, saber el por qué. El álgebra da equilibrio a los sistemas: corrientes, fluidos, gases… No resuelves fórmulas, balanceas y encuentras equilibrios en sistemas reales.
Por primera vez, las matemáticas salen de los libros y cuadernos dejando de ser algo abstracto para convertirse en algo que tiene sentido, que es observable visualmente, que es aplicado a un mundo que le da contexto y utilidad.
Matemáticas que emergen y se entienden. ¡Guau!.
Pero luego me dije: “Y si esto lo pudiera descubrir con mis amigos”.
Entonces ya sería brutal. Una experiencia también social y colaborativa. Un descubrimiento colectivo.
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Hoy Avademia ya existe. Como demo funcional.
La hemos desarrollado con Unreal Engine.
No está acabado. Es una demo. Tiene errores. Faltan funciones. Faltan mecánicas. Falta el Lore. Falta más matemática con propósito. Faltan muchas cosas.
Pero el mínimo para que puedas jugar y ver de qué va todo esto, ya está. Para generar un poquito del efecto de “Anda, esto sirve para esto”, ya está. Para que puedas jugar en colaborativo, ya está. Para que se pueda recorrer el mundo y hacer tus primeros descubrimientos, ya está.
Esta semana abrimos solicitudes para el programa Quantum Architects. Quantum es el motor generativo que estamos desarrollando que posibilita un juego como Avademia.
En el programa Quantum Architects buscamos 100 personas que quieran ser parte desde el principio. Fundadores. No que quieran adquirir un producto terminado, sino que quieran construir este producto con nosotros. Para ayudar a todos esos estudiantes que lo pasan realmente mal con las mates.
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Cada viernes escribiré en esta bitácora los que nos haya deparado esa semana.
Lo que hayamos construido, código, diseños, decisiones tomadas.
Lo que hayamos roto porque siempre se rompen cosas. Sin querer, pero se rompen.
Lo que hayamos aprendido, de nosotros como desarrolladores y de vosotros como usuarios.
En definitiva, nuestros pequeños éxitos y fracasos, que es como se escribe el progreso.
Nada de marketing. En este canal, solo será nuestra realidad, con transparencia y honestidad.
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Tanto si te interesa nuestro proceso creativo de un proyecto desde el principio como si te interesa el producto que estamos construyendo para resolver el problema de los estudiantes con las matemáticas (o, al menos, intentarlo), estás en el lugar apropiado.
Avademia es solo el comienzo.
Y las mates, nuestro primer destino.
Pero lo realmente grande es nuestro motor Quantum, donde los juegos evolucionan generativamente en función de tus decisiones y descubrimientos, y las del equipo. Y esa evolución te proporciona evolución. Donde la diversión genera desarrollo personal. Verificable.
Lo llamamos Evolutionary Entertainment.
Suena muy ambicioso. Y lo es.
La educación necesita transformarse y adaptarse a los tiempos que vivimos. Y las mates son la clave pero también el problema más difícil y universal.
Si podemos resolver esto, podemos resolver mucho más.
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Si consideras que lo que te he contado está alineado contigo, tienes tres formas de estar involucrado:
Nos vemos el próximo viernes con la primera actualización real.
